Hay decisiones que no tiene sentido postergar cuando los cambios que implican nos van a hacer más grata la vida.
Estar a gusto con nuestro aspecto físico es algo que echamos de menos cuando nos deja. Pero esta situación se puede considerar temporal y remediable. Si cuidamos nuestra salud, nuestra alimentación, nuestro tiempo de ejercicio y ponemos en manos de un buen cirujano plástico los puntos mejorables de nuestro cuerpo. Y, si acaso, tenemos un descuido prolongado de nuestro aspecto, una intervención ayuda a conseguir, valorar y conservar el cambio deseado.
La cirugía plástica no es magia pero ayuda a proyectar la magia de cada personalidad. La cirugía plástica es cada vez más amigable. Las operaciones dejan menos y más pequeñas cicatrices y toman menor tiempo de quirófano. Las técnicas que recuperan y aprovechan los
elementos del propio cuerpo para reconstruir su integridad avanzan cada día y se muestran efectivas. Los resultados en manos de un profesional probado son cada vez más sensibles.
Muy interesante
ResponderEliminar